Días de pensar nuevos proyectos ilustrados, días llenos de paradoja: entre la ilusión-emoción-alegría de partir de cero y poder dedicarme a cosas mías que siempre se ven postergadas y tengo tantas ganas de hacer; y por otro lado el miedo paralizador de enfrentarse a lo nuevo, la inseguridad y esa voz interior que critica cada idea y no te deja avanzar, esa conocida sensación de volver a no saber, tantas preguntas y dudas... Aquí he estado, como muchas veces antes y probablemente otras tantas que vendrán, luchando contra lo difícil que se me hace empezar cosas (especialmente si son proyectos personales), tratando de dejar ir los miedos y expectativas para disfrutar de hacer lo que tanto me gusta...
Así, entre todas estas vueltas y emociones contrarias apareció esta sirena nostálgica, guitarreando canciones de películas de antaño en medio de un coro de peces. Quizás estaba escondida en mis recuerdos de niña cuando soñaba con ser una sirena (vi La Sirenita de Disney hasta romper la cinta del video :p) o quizás apareció porque me hace bien pensar en el mar: su ruido, su movimiento e inmensidad, los recuerdos que me trae, la boca salada, la brisa fresca en la cara, lo presente que está en mi vida, esa sensación de "casa" cuando lo tengo cerca, esa paz turbulenta y misteriosa que me transmite.
Como sea, al dibujar porque si sin darle tanta vuelta salió este dibujo. A veces es mejor así, dejarse fluir no más como el agua en el mar...
